03 noviembre 2010

¿QUE PASA SI NO CREZCO?


El discipulado de hoy en las Iglesias gira alrededor de la seguridad de la salvación, cuando esa no es nuestra comision, la seguridad de tu salvacion te la debe dar el Espiritu Santo, lee Romanos 8:16.

Primero que nada, si en el cristiano no hay crecimiento no es salvo. 1 Corintios 3:6, dice que el crecimiento lo da Dios, así que si no creces no tienes ningún argumento para pensar que Dios te conoce.

Segundo, el crecer espiritualmente (santificación), no quiere decir que conforme crezcamos dejaremos paulatinamente el pecado. Una cosa es crecer espiritualmente y otra dejar el pecado.

Pablo dijo en Romanos 6:22: "Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Indudablemente en este versículo vemos como dos acciones separadas la santificación y dejar la esclavitud a la que nos sometía el pecado.

Si tienes el Espiritu Santo, la santidad será un estilo de vida, perfeccionandose con el tiempo, pero no tiene nada que ver con dejar el pecado.

En el momento que El Espiritu Santo mora en nosotros el ya nos convenció de pecado y nuestra relación con el pecado cambia radicalmente, Juan 16:8-9 dice respecto a la llegada del Espiritu Santo a nuestras vidas: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio, de pecado, por cuanto no creen en mí...". Así que si dices que "crees en el Hijo de Dios", y que tienes el Espiritu Santo morando en ti y sigues habitualmente pecando, disfrutando las cosas del mundo, haces a Jesus mentiroso. En el momento que crees verdaderamente es porque el Espiritu Santo ya te convenció de pecado y tu relación con el pecado cambia. Nota que el trabajo de nosotros los creyentes es anunciar el evangelio, tal y como Jesús lo anuncio, el convencer a el mundo de pecado, (a el mundo, no al creyente, el creyente ya hizo de la santidad su estilo de vida) es tarea del Espiritu Santo.

Hermano, no confundas el crecer espiritualmente con el dejar la vida pecaminosa, son dos cosas muy diferentes una nunca se detiene, dura toda la vida y es el perfeccionarnos (parecernos a Cristo), lee Filipenses 1:6 para que veas que quien nos perfecciona es Dios. El que nos convence de que lo que normalmente hacemos es pecado, cuando somos del mundo, es el Espiritu Santo, y este (el pecado), al creer, deja de ser nuestro estilo de vida.

No le des a los niños en Cristo la seguridad de la salvación tu no tienes ni si quiera la autoridad para hacerlo, mejor edificalos andando en el temor al Señor.

"Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo". Hechos 9:31.

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