En el momento que Jesús dijo “No resistáis al mal; antes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”, dijo un mandamiento y lo tenemos que cumplir no es una opción o un consejo, ni mucho menos dijo si quieren y pueden pues no resistáis y pues haber si quieres le vuelves la otra mejilla, no.
¿el porque lo dijo?
En el tiempo que estuvo en la tierra muchas cosas eran semejantes a las de ahorita en la actualidad, en la Biblia hace mención de esa ley “ojo por ojo diente por diente” en: Exo 21:23-25; Lev 24:19-20; Deu 19:21, esa ley en si, lo que el contesto es, que era para los jueces y el castigo que ellos pusieran, fuera acorde al delito, lamentablemente esa ley la tomaron para venganza personal, como forma de solucionar un problema u ofensa personal. En nuestros días eso se sigue practicando aun hasta en los bebes, niños, jóvenes y adultos en nuestra vida diaria. En la escuela un niño le avienta un papelazo a un compañero y el niño le responde con otro papelazo, un bebe le da una mordida a otro bebe y el bebe le responde con otra mordida, un joven va y empuja a otro y el otro se desquita de la misma manera, en fin, un sin numero de ejemplos que existen que uno lo hace sin que nadie nos lo enseñe, ¿a un bebe quien le enseña que se desquite de la misma manera?. Eso pasa porque lo llevamos en nuestra carne pecaminosa. Es por eso que Cristo nos dio esa orden, ese mandamiento porque una nueva criatura nacida de nuevo no debe practicar la venganza, una nueva criatura debe de dar un buen testimonio, que testimonio seria para los no conversos ver a un cristiano desquitándose ojo por ojo diente por diente. Lamentablemente hay muchos que se dicen ser cristianos y aun practican ese tipo de venganza, cuando leen ese versículo lo ignoran, lo tachan, se saltan o piensan "yo?, quedar en ridículo dejándome que me hagan lo que quieran?", no, eso nunca. Lamentablemente hermano, eso es carnal, es un orgullo de la carne y estas en un grave problema, el apóstol Pablo en 1Co 15:50 nos dice “Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.”
La conducta del Señor, mansa pero digna, cuando fué herido en una mejilla (Juan_18:22-23), y que no presentó literalmente la otra, es el mejor comentario sobre estas palabras. El significado de este lenguaje fuerte es el estado de preparación, después de haber sido objeto de una injuria, no a invitar a que se repita sino a someterse mansamente a otra, sin represalias.
Recuerda si sigues en tu propio orgullo y dices no a ese mandamiento no podras heredar el reino de Dios, no tienes uno de los fruto del espíritu “mansedumbre, templanza”, recuerda 1 Co. 11:1, 2Co 5:17.
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